top of page

Llego el momento, llegaron los escalofríos; sí esos que con el redoble de los tambores y sonar de las trompetas acarician nuestra alma.

Cuarenta largos días que nos remueven los sentimientos de una tradición que sigue creciendo, de una tradición que necesita salir para no ahogarse dentro de nosotros, que necesita ser testigo de todos los reflejos primaverales que un día aparecieron en nuestro ser y que nunca se apagarán.

Primavera de Marzo o de Abril, primavera de Saeta o Miserere, que recorres los corazones de los nazarenos de esta tierra, que consigues subirnos hasta las nubes para seguir desfilando en la procesión del cielo. Remueves pasiones de conquenses, que deseaban que estuvieses aquí para disfrutar de tu semana más esperada. Y tú más que nadie acaricias los corazones de los de aquí y de los allá consiguiendo que el alma siempre se acongoje.

Repiqueteos eternos de una campana que nunca se para, que siempre está ahí, para anunciarnos el reo de muerte, para anunciarnos lo que está por llegar, con reflejos morados y oro viejo.

Reflejos de sombras, de cruces y palios, los rascacielos de esta mágica ciudad están deseosos de que estos cuarenta días lleguen a su fin para haceros deslumbrar sobre sus fachadas y ventanas. Porque en esa semana de luces y sombras ellos lucen sus inspiraciones primaverales, las que nosotros uno por uno afloramos desde lo más profundo de nuestro ser. Así fuimos, así somos y así seremos, pero mientras tanto cuarenta días han de pasar.

Alberto Fernandez Fuentes

Cuarenta días han de pasar…

El sentimiento y la pasión plasmados en un símbolo, símbolo que camina agonizante por las calles de la amurallada ciudad , calor de urbe que arde en días de santidad, paso misericordioso, efímero y fugaz.

Santísimo Cristo de la Vera Cruz, cuando tú expiras, se quiebra mi alma cuando tú expiras, tiemblan mis lágrimas cuando tú expiras, muere mi Cuenca mi Cuenca querida, mi Cuenca encantada.

Pablo Arias Gómez

Bandeja de plata, filo de hoja templada día de arrogancia,

petición llena de ignorancia. Bautista, se esfumó tu aliento, como del río, el agua a la mar, la sangre brotaba de tu cuerpo, inerte de vida, colapso de inmortalidad.

Pablo Arias Gómez

"Y allá en la eternidad cada Viernes Santo una campanada anuncia la procesión en el calvario."

Hnos Fernandez Fuentes

"Poco a poco la ciudad se tiñe de morado y un olor inconfundible va inundando cada rincón de la ciudad."

Rosa María Fuentes Chacón

bottom of page